miércoles, 5 de octubre de 2011

miércoles, octubre 05, 2011

Octubre 2011

Queridos amigos,
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Les escribo para informarlos que tomare unas breves vacaciones a partir del próximo martes 11 de Octubre y que por lo tanto no tendré acceso a mis correos ni al Internet o lo tendré muy limitado. Estaré nuevamente de regreso, completamente operativo y como siempre a su gentil disposición, a partir del lunes 24 próximo.

Obviamente tampoco me será posible durante esos días seguir leyendo, publicando y compartiendo con Uds. en el blog diariamente los artículos acostumbrados.

Pero para ninguno de nosotros debe ser ahora una sorpresa, la situación actual de la economía global, que hemos venido “siguiendo” muy de cerca desde hace muchos años. Solo hay que revisar con paciencia los artículos publicados en este blog los últimos años y meses, cuidadosamente seleccionados y escritos por analistas y economistas reconocidos y de prestigio mundial, para darse cuenta de ello.

Especialmente, desde que se produjo la prevista, para algunos de nosotros, ruptura de la burbuja del “real estate” norteamericano, que develo la precariedad del crecimiento económico global, desencadenando la crisis bancaria y financiera final del actual ciclo de la deuda global, en el 2008-2009.

Crisis en la que aún nos encontramos inmersos y que, últimamente, ha comenzado a resurgir muy fuertemente, como resultado principalmente, de la dilución de los efectos transitorios de las enormes inyecciones monetarias de papel moneda sin respaldo y otras acciones, en los últimos tres años. Los famosos QE´s, que alzaron artificial y transitoriamente los precios de los “commodities” y de las acciones en los mercados de bolsa.

También es obvio que las medidas tomadas por los gobiernos en los últimos tres años, no han hecho sino “patear la lata” del inevitable ajuste hacia el futuro, profundizando aun mas con estas acciones, la dimensión final de la crisis y del ajuste que tendremos que enfrentar. Algunos analistas, con los que coincido, piensan que ya estamos inmersos en una nueva Depresión mundial. Y que debido a la situación de la economía global actual, interconectada e interdependiente, esta sería aún mucho más peligrosa, profunda y dilatada, que la Gran Depresión que se produjo en los años 30 del siglo pasado.

Mientras no se den los pasos iniciales e indispensables, para comenzar a resolver coherente e inteligentemente la crisis global de fondo que enfrentamos, como resultado del necesario e inevitable ajuste de la demanda agregada global, y del también necesario e inevitable “desendeudamiento” (deleveraging) de los consumidores, de las empresas (aunque estas últimas, especialmente las más grandes, ya lo lograron en buena parte y más bien se encuentran extremadamente liquidas, pero sin saber qué hacer con el dinero acumulado) y ahora, más especialmente, la de los gobiernos que asumieron las malas deudas, la situación solo se agravará.

Todos deberemos adaptarnos a la nueva realidad ( “The New Normal”), llevando a cabo los ajustes que son necesarios, asumiendo y afrontando las pérdidas acumuladas, recapitalizando y saneando el sistema financiero global y re-balanceando los desequilibrios financieros, comerciales y fiscales, que se volverán, o ya lo son desde hace algún tiempo, insostenibles.

Sin embargo, las clases políticas parecen aun no ser conscientes, de los enormes peligros que se ciernen sobre la sociedad global. Más preocupados por los resultados de las elecciones del próximo año y la sobrevivencia política personal y partidaria, que pueden ser un incentivo difícil de rechazar, para nuevas acciones demagógicas, inyecciones y emisiones fiscales de papel moneda sin respaldo y/o acciones y medidas similares, que presuntamente les permitan a las clases políticas llegar con ciertas posibilidades de éxito de ser reelegidos a ellas, aunque ello sea artificialmente y cargando grandes y nuevos costos adicionales sobre sus sociedades.

¿Lo aceptaran las sociedades ahora más conscientes de la realidad? ¿Sera el enorme ajuste posible ordenadamente sin una revolución social o un estado mucho más autoritario aun? Son preguntas elementales para el futuro próximo.

La protección del capital financiero y su poder adquisitivo, será un objetivo primordial, pero complicado y difícil para los inversionistas en los próximos meses y años. La manipulación de los mercados y la lucha del poder establecido y los intereses creados, para mantener el “statu quo”, que comenzó hace muchos años, pero que se ha intensificado con la crisis actual, distorsiona y distorsionará temporalmente los precios reales de los activos y el valor real de las monedas de reserva mundial.

Las estrategias de inversión a mediano y largo plazo tienen que estar muy bien pensadas, planificadas y ser elásticas a la creciente volatilidad que enfrentaran los mercados y los precios relativos de los activos financieros.

Cordiales saludos,

Gonzalo

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