lunes, 15 de febrero de 2010

lunes, febrero 15, 2010

BRAZILIAN BUSINESSMAN BILLIONAIRE EIKE BATISTA* ON BRAZIL AND LATIN AMERICA

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*Conociendo a Eike Batista, el señor de las X

Publicado en April 15, 2009 TI Emprende

Eike Batista es uno de los empresarios de nuestro continente que ha logrado inspirar a muchos emprendedores, entre los cuales espero encontrarme. Con una visión de objetivos e ideas que para muchos parecerían imposibles.

Armado de miles de millones de dólares, el empresario de las empresas “X” se lanzó en el 2008 y 2009 al desarrollo de proyectos mineros, energéticos y petroleros.

TVX, MMX, LLX, MPX, OGX, BFX? más que una sopa de letras, los nombres de estas compañías se pueden confundir con las antiguas siglas identificadoras de los radioaficionados. Pero no. Son empresas que tienen algo más en común que la X final en todos los nombres. En primer lugar, a su creador, el emprendedor brasileño Eike Batista.

En segundo lugar, las fórmulas de negocio detrás de cada una de estas empresas: son audaces, empujadas con una fe casi religiosa, más propia del capitalismo de Canadá o de Estados Unidos que de la más conservadora América Latina. En tercer lugar, porque las últimas cinco han estado en el candelero del mundo de los negocios latinoamericanos en el 2007. Pero, ¿por qué esa fijación con la X? La X representa multiplicación, según el empresario.Y multiplicación es lo que han vivido sus empresas en los últimos tiempos.

Tras crear MMX en diciembre del 2005 a partir de tres proyectos de minas de hierro, un futuro mineroducto y un planeado superpuerto en el norte del Estado de Río de Janeiro, Batista se aventuró con una oferta pública de acciones en julio del 2006 que logró captar US$460 millones, nada mal para una empresa con una producción muy pequeña de hierro y ambiciosos proyectos en verde.

Pero la consagración de MMX llegó en abril del 2007, cuando vendió el 49% de Minas Rio, uno de los proyectos de la empresa, al gigante minero global Anglo American, por US$1.150 millones. Ya el mes anterior había vendido el 30% de Amapa, otro de los proyectos de MMX, a la estadounidense Cleveland Cliffs por US$130 millones. A octubre del 2007 la valorización de mercado de MMX alcanzaba los US$5.200 millones.

¿Cómo lo hace? Para empezar, Eike tiene un apellido con resonancias legendarias en Brasil. Su padre, Elicer Batista, fue el creador de Cía. Vale do Rio Doce (privatizada en 1997 y recientemente rebautizada como Vale), gigante enfocado en recursos naturales que se convirtió en uno de los grandes mitos desarrollistas de Brasil.

Pero la marca más fuerte del ADN de Eike Batista es su espíritu de riesgo. No por nada fue campeón mundial de motonáutica a principios de los 90 y en el 2006 rompió el récord de velocidad en la travesía entre los puertos de Santos y Río de Janeiro, alcanzando los 180 kilómetros por hora con su Spirit of Brasil, una lancha de US$1 millón que según la revista brasileña Náutica es la más rápida de Brasil.

La versión capitalista de este espíritu de riesgo la materializó a fines de los 80 cuando lanzó en la Bolsa de Vancouver TVX Gold, una junior enfocada en proyectos de oro que, entre otras compañías, fue socia de la desaparecida Placer Dome en el desarrollo de La Coipa, en Chile. Cuando dejó TVX a fines de los 90 obtuvo US$800 millones por su parte de la empresa. Para MMX Eike Batista se rodeó de ejecutivos estrellas de Vale, lo que se ha convertido en otro de los sellos de su estrategia. Para OGX, la empresa que creó para explorar yacimientos de petróleo y gas, reclutó a altos ejecutivos de Petrobras y puso al timón a Francisco Gros, un prestigioso ejecutivo brasileño que fue presidente de Petrobras, del banco de desarrollo estatal BNDES y de Fosfertil, la mayor productora de fertilizantes del país.

La apuesta de Batista está centrada en sectores calientes. Además de esta empresa, Batista creó en marzo del 2006 LLX, especializada en logística, MPX, que tiene en construcción o estudio siete proyectos termoeléctricos en Brasil y Chile, y BFX, enfocada en planes de reforestación y producción de carbón vegetal para uso como combustible.

Para algunos observadores, los planes de Batista son demasiado ambiciosos. El empresario ya ha tenido varios tropiezos, como una fábrica de jeeps que instaló en el norte de Brasil que fracasó y su proyecto siderúrgico en Bolivia, que se dio de narices con el nacionalismo del presidente Evo Morales, quien le rescindió el contrato.

Por ahora, hay que observar y esperar. OGX fue creada en junio del 2007 y cinco meses después se convirtió en el protagonista principal de la subasta convocada por la Agencia Nacional del Petróleo, con la mayor cantidad de adjudicaciones. Al cierre de esta edición, Batista preparaba la oferta pública de acciones de MPX en la Bolsa de Sao Paulo, con la que esperaba recaudar unos US$1.400 millones. Si todo les sale según lo planeado, Batista se encontrará en unos meses más al mando de un imperio de US$15.000 millones de valor de mercado. Sin privatizaciones ni herencias de por medio. A puro pulso y seduciendo a inversionistas, socios y ejecutivos estrella. El sueño del capitalista hecho realidad.

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